Diseñe su circuito con su programa CAD habitual (Protel, Orcad, Eagle, etc.) o utilice un diseño obtenido de una revista o publicación digital.
Imprima su diseño en una hoja de transferencia térmica Kitsa, con una impresora láser, si no posee una puede pedir en cualquier negocio de fotocopias que hagan una fotocopia de su diseño en nuestras hoja. Recuerde hacer la impresión o fotocopia en modo "espejo" o "mirror" (todos los equipos poseen esta opción) y utilizar suficiente tinta (tonner) para que las pistas salgan negras.

Corte con sierra o caladora la placa virgen del tamaño que necesite su diseño, y pula la superficie con una lana de acero fina (Virulana), de esta manera se eliminará todo resto de gratitud, oxido o suciedad que pueda poseer.

Apoye la placa, con la cara pulida sobre la impresión hecha en la hoja de transferencia Kitsa. Fíjela utilizando stickers autoadhesivos, cinta adhesiva o cinta de papel.
El objetivo es evitar que el diseño se mueva durante los próximos pasos.
Corte el excedente de papel (el sobrante puede ser utilizado para otra transferencia)

Apoye la placa en una madera lisa o cartón, y utilizando una plancha doméstica en temperatura media, aplique calor lo mas parejo posible sobre toda la superficie de la placa durante 3 o 4 minutos, hasta que el papel se transparente lo suficiente para poder ver con bastante nitidez el diseño impreso.

Una vez que la placa se haya enfriado, sumérjala en un recipiente con agua fría (temperatura natural) y déjela reposar no menos de 10 minutos, podrá ver que a medida que transcurra el tiempo, el papel se ira ablandando y arrugando.

Cuando el papel se haya ablandado, podrá retirarlo fácilmente; coloque la placa bajo el agua y con una esponja o sepillo suave retire cuidadosamente el papel (sin tirar ni arrancar en ningún momento), finalmente quedará visible el cobre y su diseño impreso en la placa.
Cuando hayamos quitado todo el papel, seque la placa, y déjela a un lado.

En un recipiente plástico, coloque una cantidad de Percloruro Férrico suficiente como para sumergir cómodamente la placa; sumérjala y muévala (con ayuda de herramientas plásticas) para quitarle el aire que pueda haberle quedado aprisionado debajo.

Espere 10 minutos y observe si ya fue consumido todo el cobre, si aun se vieran restos del metal debemos volver a sumergirla y repetir hasta que solo queden las pistas impresas de nuestro diseño (el tiempo oscilará dependiendo la pureza del ácido)

Cuando ya no queden restos del cobre, podremos sacarla del recipiente y lavarla con abundante agua y secarla.
El sobrante del percloruro férrico podemos guardarlos en su recipiente original y volverlo a utilizar en varias ocasiones más.
Limpie con abundante agua el recipiente y todo elemento que haya estado en contacto con el ácido.

La placa ya esta lista para que le aplique flux para protejerla, se la perfore y suelden los componentes.